
Su perversa risa sólo es comparable con la soberbia de Soraya. Esta ministra prepotente y vanidosa que disfruta diciendo las cosas que tenemos que hacer. Esta señora que, a la semana de dar a luz volvió al trabajo, como si eso de parir y criar fuera cosa ligera. Un mal ejemplo para todas aquellas mujeres que tienen todo el derecho a disfrutar de su baja maternal, recuperándose y teniendo a su hijo para disfrutarlo.
Por eso son necesarias todas las manifestaciones que hagan falta y no son, según cuenta el facha ABC, organizadas por nadie, ni todos son violentos que dan la nota y que son ejemplos aislados y lamentables de las marchas en la calle. En Islandia mandan a las cárceles a banqueros y políticos, aquí les ponemos las cosas aún más fáciles y le reímos la gracia. Así nos va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario