martes, 28 de julio de 2009

El viaje como terapia

Siempre que puedo viajo fuera de mi mismo. Es decir, en autobús, en avión, en barco o en patinete. El viaje cura, armoniza, despega los sentidos, revuelve el estomago, estriñe y al final te deja el poso de lo que pudiera haber sido una vida ficticia. Una vida de vendedor de babuchas en un bazar de Estambul, de mujer fácil en el Moulin Rouge de París, de rico millonario en una isla griega, de conductor de tranvía en Lisboa, de limpiazapatos de una plaza de Ecuador, de vendedor de tickets del Empire State, de servidor de coctails en una playa de Méjico, etc...
Pero al final vuelves. Y ese momento(trágico y estúpido) donde abres la puerta de tu casa cargaico de maletas y la realidad te hostia implacable, te hace ver que todos te esperan: las facturas, el gato, la comunidad de vecinos y tu mismísima madre que, una vez mas, te hace croquetas para combatir el pellizco retorsío de la rutina, automática, miserable y me temo que necesaria.
Eso si, quedan dos mil quinientas fotos que descargar y el coñazo de explicarle el viaje a tus resignados amigos.

lunes, 20 de julio de 2009

¿Pero quien es Gustavo Pascual?

Nadie conoce en persona a Gustavo Pascual pero todo el mundo, en un momento cercano a la embriaguez, ha bailado su canción en una verbena. Gana todos los veranos un pastón sin mover un dedo. Si, compuso "Paquito el chocolatero" y en algun lugar del mundo, en este mismo momento, alguien está bailando su hit agarrado a alguna persona que, a lo mejor, ni conoce.
Autor inclasificable, inventor de la canción más repulsiva del planeta, Gustavo no se deja ver, quizás recluido en su mansión intentando escribir Juanito, el pastelero o Antoñito el frutero.
Pero como todos los grandes sufridores de un éxito global, Gustavo ha sido superado por su propia condición mediática y es posible, no lo quiera Dios, que pase el resto de sus días concediendo entrevistas sobre la tortuosa canción. Lo sabe, por eso se refugia en su mansión intentando comprender que su anonimato es el mejor antídoto contra la autodestrucción.

lunes, 6 de julio de 2009

Cine club:Nicasio, el corto

Hace un año que llevamos a cabo la vida del Santo Nicasio. Nos fuimos a Carcabuey y con la ayuda (y mucho trabajo) de Eloy, Antonio, Conchi y otros muchos, terminamos un proyecto que Chilliito deseaba hacer hacía ya tiempo: Una película muda, en la que no habla ni dios (bueno, dios si) y que nos cuenta la sacrificada vida del patrón de Priego. Entonces la estrenamos en blanco y negro y ahora la ofrecemos aquí en su versión coloreada. El actor, Pablo, me parece cada vez mas el verdadero Nicasio, entregado a la virtud de la resignación y la paciencia, como todos nosotros ante la política, la tele y la declaración de la renta.