jueves, 20 de junio de 2013

Payasos

Siempre he admirado a la gente que nos hace reir y si lo es de una manera inteligente, sin la burla directa, pues casi que mejor. Por eso la palabra payaso no debiera ser peyorativa pero aquí hay que utilizarla con mala uva. Porque no son otra cosa estos políticos inútiles que nos gobiernan,que son bufones del FMI, lacayos del mercado, hipócritas y usureros que consiguen dormir bien con la conciencia más sucia del planeta. Ver a el ministro Montoro explicar la reforma de las administraciones de manera prepotente e idiota, sin decir nada, o a la ministra Cospedal con su "indemnización en diferido", son momentos de humor brutales, superiores a José Mota o al gran Joaquin Reyes. Pero el problema es que en realidad no tienen ninguna gracia, porque su humorismo involuntario lo es a costa del desprecio al ciudadano, aquel que, cada día más, y en una ascendentemente y violento cabreo, está a punto de dejarlo todo e ir a por ellos, a darle la suyo, a propinarles un ostión de realidad cruda y dura que los espabile y los haga, por una vez, humanos.