viernes, 30 de abril de 2010

Cine infantil pero menos

Dos de las propuestas más interesantes para ver, una en DVD y otra en cine, son
“Donde viven los monstruos” y “El fantástico sr Fox”. Son películas supuestamente infantiles pero contienen no pocos elementos para aquellos adultos que no tengan prejuicios. La primera no es la crónica del Palacio de la Zarzuela y sus lujosos habitantes que tanto nos cuestan,“Donde viven los monstruos” es una película de Spike Jonze. Está basada en un minúsculo cuento ilustrado aunque yo prefiero quedarme con la pura, intensa y onírica cinta del director la marciana e imprescindible “El ladrón de orquídeas”. La historia cuenta como un niño, que no se siente escuchado, corre y después navega, hasta llegar a una isla habitada por monstruos extraños que son como niños, y que representan las emociones mas primarias: el orgullo, la tristeza, la rabia, la frustración, etc...Allí convivirán y se darán cuenta de lo que es cada uno respecto al otro y de sus carencias, deseos y sueños, aunque sean unos monstruos más feos que el copetín.
Por otro lado “El fantástico sr Fox” es la historia de un zorro y su peculiar familia, todos envueltos en robos, persecuciones y hazañas varias. Esta golosina visual, original del gran escritor Roald Dahl (suyas son Matilda , la fábrica de chocolate y muchas más) es una película de animación stop-motion de Wes Anderson, y contiene diálogos ingeniosos y divertidos, siendo una original propuesta sobre la familia, muy alejada de los convencionales retratos de Hollywood.
Son películas para buscar, sencillas pero sin contaminar, como las mentes de los chiquillos antes de ser devorados por el sistema consumista hipercolorido que puebla nuestras ciudades y que los convierte en seres mutantes caprichosos hasta la nausea.


lunes, 19 de abril de 2010

Motín en el cosmos

Hace poco los científicos (esos seres con bata blanca y problemas de alopecia que están siempre investigando mientras su matrimonio se hunde) han descubierto varios planetas que giran en sentido contrario a todos los demás. La causa se les escapa a sus fórmulas matemáticas. ¿Provocación? ¿Error? ¿Estupidez? Lo cierto es que ahí siguen, desafiando a los demás que los miran de reojo sin explicarse su conducta.
Puede que este hecho sea el primero de una serie de fenómenos desafiantes de la naturaleza cotidiana. Tal vez mañana despierte y descubra que su dormitorio está boca abajo o que los perros de su barrio escalan por las paredes o cuando salgas del trabajo veas aterrado que es hora de entrar otra vez. O tal vez lo de estos planetas es sólo un descuido (o travesura) de aquellos que, en su sala de máquinas de la Eternidad, manejan día a día, en un aburrimiento supino, este cosmos que se les hace insoportable. Como a cualquiera, oiga.

jueves, 15 de abril de 2010

Garzón

Ayer se cumplieron setenta y nueve años de la proclamación de la Segunda República en España, un intento loable de libertad, pisoteado por aquellos que hoy se aprovechan de una democracia que nunca defendieron, para intentar encerrar al que tuvo la desfachatez de airear sus cadáveres. Esos fachorras, y aquellos que los siguen por puro interés (la derechona de toda la vida) se amparan en que los organismos de la justicia son intocables y que no importa si el que tira la piedra tiene escasa (ninguna) autoridad moral.
Por supuesto que nadie es perfecto, ni siquiera este juez que, viendo en estos años su imagen por televisión (que por cierto siempre lo sacan entrando a un coche o saliendo de algún juzgado y digo yo que este hombre haría otras cosas) he comprobado como su pelo ha ido haciéndose más canoso hasta quedarse blanco. Blanco de tanto papel manchado de sangre, de tanta gramática envuelta en tortura, de tantos puntos y comas revueltos de asesinos cobardes, de tantas y tantas líneas de horror, miseria y sobre todo de injusticia criminal a la que ha perseguido sin descanso.
Esto no les parece suficiente a los antiguos salvadores de la patria y a los amiguitos de Rajoy a los que, por cierto, les viene de perilla que se hable más de esto que de sus vergonzosas corrupciones de andar por casa. Está visto que esto de las dos Españas va para largo.

miércoles, 7 de abril de 2010

El vacío post-vacacional

Para aquellos que tenemos la fortuna de disfrutar de unas vacaciones y viajamos(para eso hay que tener trabajo, no hay que olvidarlo) el día después suele ser un día gris, cargado de imágenes, de sonidos, de relampagueos fugaces de instantes vividos. De olores, sabores y carretera consumida, de piedra hecha iglesia, de miradas de gentes furtivas, de niños corriendo, de calles que se estrechan, de lluvia que viene y va, de mujeres que te miran y nunca más te van a mirar.
Creemos por unos días que la vida es eso, que la vida es comer menús de 10 euros, que son noches de hotel rural, que es no parar, que es darle de comer a los sentidos hasta empacharlos. Nos sentimos nómadas de clase alta, burgueses con maletones rodantes, turistas accidentales que se duchan una y otra vez, que se duchan por puro hedonismo.
Pero no. Vuelves ,te sientas en el sofá y una rutina en forma de muelle te retuerce los ojos de fuera hacia dentro y te dice que para volver tienes que trabajar, recorrer los viciados círculos de la monotonía para darte cuenta de que Aquello era un sueño y Esto, la realidad.
Sigamos acumulando puntos para el próximo viaje que está a la vuelta de la esquina. Mientras, miremos las cuatrocientas fotos que hemos hecho, la mayoría de ellas con la capacidad artística de un chimpancé jovenzuelo.