lunes, 27 de febrero de 2012

El triunfo de la nostalgia (y de un perro)

Resulta paradójico que en la era de la tecnología punta, de las imágenes en 3D, triunfase ayer THE ARTIST en los Oscars, ya que es una peli muda, en blanco y negro y !francesa! Si a algun crítico (de estos sesudos de criterio snob) le hubieran preguntado como sería la película del 2011, dirían que en 3D, con imágenes impresionantes y divertida, algo así como LA INVENCIÓN DE HUGO, derrotada precisamente por ésta otra. Nada que objetar, la película vale sus premios aunque huelen a reivindicación del cine de Hollywood clásico en tiempos del montaje supersónico e histórias mínimas. La película ganadora es simpática, agradable y con un excelente actor perruno (Vale, el otro también) y se ve sin aburrimiento, aunque historias más profundas las tuviéramos en LOS DESCENDIENTES (Ese Clooney que commueve) o la fantasía intelectual de Woody Allen en París, cuyo premio al guión se le quedó esperando(gesto clásico en él).
Me quedo con el mensaje de que lo que importan son las historias y no el formato y admiro el valor de este director francés para pensar que, en plena era hi-tech, una sencilla historia de amor sin palabras pudiera llegar al público (promoción de los productores hermanos Wenstein aparte). Así que sigamos confiando en los contadores de historias, vengan de donde vengan, España incluida.

miércoles, 1 de febrero de 2012

El hombre suspendido

Mientras Ramona cocinaba ese pollo al ajillo tan resultón y apetitoso, oyó un fuerte ruido y se asomó a la ventana. Allí vio en el tendedero a un hombre arrugado. Por un momento creyó que el cielo le había escuchado, pues pedía, desde hacía tiempo, un hombre que le acompañase desde que Ramón dejó de respirar, hace ya de eso 20 años. Pero no le habían concedido nada, como siempre, igual que no le tocaba la lotería ni los ciegos de los viernes. Aquel era su vecino Gregorio que, con un fuerte impulso al tender sus calzoncillos, se había desplomado entero por el balcón. Ramona lo cogió fuertemente de las manos, mientras, a duras penas, el hombre se quejaba lastimosamente del que parecía ser el fin de sus días. Mientras llegaban los bomberos, Ramona intentaba desviar la atención de su compañero colgante que tenía el pánico metido en los huesos. Le contó que era viuda, que su hija Teresa era ATS y que se le daba bien el potaje de garbanzos. Gregorio asentía suspendido en el vacío y se agarraba fuerte a la vida mientras, con los nervios, se tiraba accidentalmente una pedorreta.
-Lo siento-dijo-
-No se preocupe, ya me hago cargo.
Al final Gregorio pudo ser salvado y ahora Ramona le prepara potaje los viernes mientras hablan de sus nietos, sus hijos y su pensión, ridícula donde las haya, y piensa lo bien que le vino ese hombre caído del cielo que ahora la arregla el basero y le da un cariñito chiquito pero sabroso.