Cuando aqui, Antonia, la de la foto, rompió su cerdito para comprarse un ordenador, no sabía lo que se le venía encima. Al principio todo son posibilidades, luego un problema tras de otro y cagarse en la madre que los parió.
He estado algunos días sin ordenador y me he notado liberado. Liberado de mirar correos absurdos, ver páginas tontas y tardar cuatro horas en hacer algo que luego sirve bien de poco. Asi que he decidido racionar mi tiempo y darle al ordenata lo que se merece: un ratico cada cierto tiempo si encarta.
El ordenador se me achicharró hace unos días cuando la luz se iba y venía a causa de las lluvias(!). Reclamé a Sevillana y estos tontacos me dijeron que no era problema suyo sino del tiempo(!) Asi que ahora voy a reclamar al Instituto Nacional de Metereologia para que no llueva tanto y se rompan mis cacharros. Aunque realmente me ha servido para saber algo: Nada es imprescindible, ni siquiera este cacharro adictivo.
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