Con esto del aborto los curas reclaman mas humanidad y menos ecologismo, poniendo en sus anuncios al lado de un bebé un lince chiquitillo. Parece que están muy cabreados. Además están los ateos que niegan a Dios en la publicidad de los autobuses, un sitio poco ortodoxo para hacer teologia. Hasta aqui todo bien, cada uno está en su derecho de defender a los suyos. Lo peor, lo inadmisible, son las declaraciones del humorista Benedicto XVI o XVII (vete tu a saber)diciendo que el condón no sirve para nada en Africa y que se me vayan muriendo de SIDA pero sin pecado. Ya no son tonterias. Este hombre, de cara diabólica y gorrico a juego, está contribuyendo (dada la cantidad de católicos que existen en aquellas tierras) a la propagación de una enfermedad terrible y debería ser denunciado.
La iglesia siempre ha ido por detrás de la sociedad(Unos 200 o 300 años) y ya va siendo hora de que se la ignore (al menos en estos casos) o se le denuncie, ya que todo es denunciable hoy en día en la viña del señor. Si siguen en sus trece, el cura como tal y el monaguillo como aprendiz, se extinguirán como los dinosaurios y poca gente los echará de menos.
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