jueves, 1 de enero de 2009

2009

Ahí lo ven: pequeño, nuevecico y con cara de no haber roto un plato en su vida. Pero no se fien; el 2009 se cargará de crímenes, maltratos y bombardeos. De robos e hipotecas que se pierden en el infinito. A ver si somos un poco buenos y le añadimos una pizca de generosidad y sacrificio, de buenas intenciones y mejores palabras.
El 2009 empezó en la tele subvencionado por una tarjeta de crédito. Signo de los tiempos. El dinero manda y de él depende nuestro devenir por los meses. Bien me gustaría ser menos consumista y desear menos cosas pues a ver para que coño sirve tanto aparato electrónico. Este es el año de la TDT, que es lo mismo que decir ver la misma mierda pero sin interferencias.
Yo me he hecho buenos própositos al levantarme este mediodia. Esta resaca no es como las demás: tiene saltos de ski, concierto de Baremboim y sobras de la cena pasada, que ayer parecían deliciosas y deslumbrantes y hoy se ven algo mas prosaicas y terrenales.
Lo dicho, feliz 2009.

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