lunes, 2 de junio de 2014

Aires nuevos, aires rancios.

Es un tiempo de cambio, sin duda, y también una oportunidad. Nunca en la democracia reciente habían ocurrido estos hechos: El fin del bipartidismo y la abdicación de un rey.Y tienen mucho que ver porque las ideas que defiende este chico de la coleta son claras, razonables y en cierto modo, difíciles de cumplir y no porque sean excesivamente ideales sino porque los políticos actuales, acomodados en su poltrona de poder y ceguera, teniendo a buena parte de los medios de su lado, lo querrán impedir a toda costa, ya que, de producirse, sería el fin de su chollo, de ese chollo que es culpable de buena parte de los problemas de este país. Ese esclavismo del poder económico, esa falta de empatía con la gente que sufre, esa corrupción que los corroe. Y que oportunidad para que se acabe ya esta absurda monarquía, sustentada en unas leyes medievales, que vulneran los derechos mas elementales, sobre todo el de igualdad de todas las personas. Al menos que haya un referendum. Que oportunidad para que hagan las maletas y se pongan a trabajar como el que más.Pero me temo que la tele se deshará en elogios. Que si el 23f, que si la transición. Nada de elefantes ni una vida de lujo a costa del pueblo.

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