Cuando me levanté esa mañana apenas podía sostener mi cabeza. Me pesaba el doble o el triple de lo normal y tenía que sujetármela con las manos para que no se me cayera. Había soñado que Rajoy me invitaba a una paella en cuya elaboración se había meado el ministro de economía. Después de un rato la cosa no se me pasaba, así que decidí ir al médico. Cuando llegué con la cabeza entre mis manos el doctor ni siquiera se sorprendió.
-"Es que me pesa mucho la cabeza"-le dije.
-"Vamos a ver," dijo, mientras cogía un extraño aparato que a modo de microscopio introdujo en mi oreja derecha.
-"¿Que me pasa, doctor?"
-"Pues tiene usted toda la cabeza llena de malas ideas, peguntosas y llenas de pus"
-"Vaya"
-"Tiene usted una prima de riesgo, un Ibex 35, un FMI y una Esperanza Aguirre. También un ministro de economía agazapado, un sueldo congelado y una discusión de pareja.Pero lo peor es ese bicho con ojeras, prácticamente una barba con pies. Ah, es un Rajoy"
-"¿Y es grave?"
-"No mucho,le voy a meter un jeringazo y va a ir todo a la calle"Y asi lo hizo.No me dolió mucho e inmediatamente sentí una sensación de alivio y la cabeza aligerada.
-"Pues, hala, deje de pensar tanto y desconecte la tele"
-"Vale", le dije mientras salía hacia la puerta.
-"Ah, y tome gazpacho"-me dijo apuntándome con el dedo mientras esbozaba una sonrisa picarona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario