miércoles, 17 de agosto de 2011

Ganas de provocar

Ahora que a los socialistas también le mola la visita del Papa (¡Qué tiempos aquellos de laicismo en el poder!) y el PP ve en la manifestación laica ganas de provocar, cabría preguntarse quién provoca a quién. Cuando la crisis nos come vivos, cuando el fanatismo religioso se sigue extendiendo por el mundo, cuando la Iglesia se tambalea por escándalos sexuales e ignora como Somalia se muere, cuando la sombra de la sospecha del gasto público se hace evidente, cabría preguntarse quién es el que provoca.

Por favor, dejen en paz a los que se manifiestan por un mundo laico, un mundo sin contaminar por ideas que coartan la libertad del individuo y lo frustran. Ojalá hubiera una forma de tener una espiritualidad sin doctrinas ni líderes, sin gentuza que se pasea en coches oficiales, haciendo ostentación de poder, mientras practican la hipocresía en niveles estratosféricos.

Papa, más modestia y menos baños de masas. Váyase, hombre, a recoger melones a la hora de la siesta, a ver si toma contacto con la tierra.



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