De entre la maraña de estrenos semanales en el cine, con poco interés para el humano común piratilla de internet , merecen la pena, a mi juicio, dos de ellos. Uno es una película española protagonizada por un actor americano, “Buried”, una apuesta valiente, claustrofóbica y algo majareta, dado los tiempos que corren. Son 90 minutos en una caja de madera con un móvil y un mechero. Sin embargo es una película entretenida y audaz que logra lo que muchos tontarreras no hacen con millones de presupuesto y actores guapotes, que es crear suspense e interés y además con mensaje. Rodrigo Cortés, este director que hizo un gran corto llamado “15 días” demuestra que tiene valor y mucho futuro en esto del cine. Si le dejan, claro.
Por cierto que el de la foto es el protagonista de la versión gatuna.
En las antípodas está la película de Facebook, que realmente no habla tanto de eso ni siquiera de internet, sino del egoísmo y la avaricia de los tiempos que corren, y de cómo todavía, aún estando tan ajustados los mecanismos de control de los gobiernos, algo puede salir de la nada y convertirse en refugio emocional de millones de personas, adictas a la vida fragmentada de la red. Tiene un guión modélico (sus diálogos son brillantes) y se disfraza de película para gente joven conteniendo más veneno del apropiado en estos casos. Todo orquestado por el director de “Seven”, David Fincher, que sigue siendo uno de las más coherentes (cosa rara) en el panorama actual.
jueves, 21 de octubre de 2010
jueves, 14 de octubre de 2010
Perelman, el enigma
Grigori Perelman es un matemático ruso que ha descifrado uno de los enigmas (matemáticos) del siglo XX, la conjetura de Poncaire. No sé de que va esta conjetura. Deben ser ecuaciones una detrás de otra, pegaitas, rellenas de equis y paréntesis, dispuestas de una forma mágica que explican un enigma que a los mortales se nos escapa, absortos pensando en que vamos a almorzar o donde vamos a ir mañana a tomar café.
Perelman, con barba y siempre ataviado con su chaqueta negra y pantalones manchados de ecuaciones, rechazó un millón de dólares de los americanos por resolver el enigma. Prefirió quedarse en casa comiendo fideos y no dar entrevistas a nadie porque tenía jaqueca. Eso es lo que tienen los verdaderos genios, que les importa un pito la realidad, que les aburre soberanamente todo excepto sus intríngulis personales que le alimentan el alma y mojan cada mañana en el café como churros.
Este hombre lo resuelve todo si es matemático. Luego hace la compra y trae demasiado arroz o muy pocos tomates. Perelman se quedó calvo de tanto pensar y no sabe si es feliz o no, pero mientras tanto ahí esta, dale que dale con los números que devora como si fueran pipas con sal.
Perelman, con barba y siempre ataviado con su chaqueta negra y pantalones manchados de ecuaciones, rechazó un millón de dólares de los americanos por resolver el enigma. Prefirió quedarse en casa comiendo fideos y no dar entrevistas a nadie porque tenía jaqueca. Eso es lo que tienen los verdaderos genios, que les importa un pito la realidad, que les aburre soberanamente todo excepto sus intríngulis personales que le alimentan el alma y mojan cada mañana en el café como churros.
Este hombre lo resuelve todo si es matemático. Luego hace la compra y trae demasiado arroz o muy pocos tomates. Perelman se quedó calvo de tanto pensar y no sabe si es feliz o no, pero mientras tanto ahí esta, dale que dale con los números que devora como si fueran pipas con sal.
sábado, 9 de octubre de 2010
El mono que tiene el mono y otras cosas vergonzosas.
Hace unos días murió el mono Charlie, un mono que, aburrido en el zoo, se fumaba doblaos los paquetes de tabaco que sus dueños y la gente le daba (porque él no creo que fuera al estanco). Tenía el mono, se le veía fumar como un actor, de hecho andaba como un actor, a la pobre criatura pegar caladas le parecía relajante, tranquilizador, en su rutinaria vida de mono.
Otra de las impactantes noticias de esta semana ha sido la venta por internet, por parte de la Apostólica Iglesia Católica, de objetos litúrgicos variados. Copones, candelabros, mantos, y un sinfín de objetos cuasi fetichistas, se venden para sufragar la visita del Papa, ese hombre sin conciencia, que va de un lado para otro predicando lo que ni él mismo cree.
Cómprese usted un copón, sipote, y haga su propia homilía en el hogar, con sus hijos y su suegra. Seguro que le regalan,de paso, unas bolsitas de hostias benditas, bajas en calorías.
Y por último reseñar la visita de los príncipes(¡) a la mezquita de Córdoba para inaugurar su alumbrado nocturno. Invitan a la gente a que vaya a verla, claro, pagando 18 euros, no como ellos que, como es rutina en su principesca vida, viven de gorra a costa del ciudadano que sobrevive como puede.
Otra de las impactantes noticias de esta semana ha sido la venta por internet, por parte de la Apostólica Iglesia Católica, de objetos litúrgicos variados. Copones, candelabros, mantos, y un sinfín de objetos cuasi fetichistas, se venden para sufragar la visita del Papa, ese hombre sin conciencia, que va de un lado para otro predicando lo que ni él mismo cree.
Cómprese usted un copón, sipote, y haga su propia homilía en el hogar, con sus hijos y su suegra. Seguro que le regalan,de paso, unas bolsitas de hostias benditas, bajas en calorías.
Y por último reseñar la visita de los príncipes(¡) a la mezquita de Córdoba para inaugurar su alumbrado nocturno. Invitan a la gente a que vaya a verla, claro, pagando 18 euros, no como ellos que, como es rutina en su principesca vida, viven de gorra a costa del ciudadano que sobrevive como puede.
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