Cuando hace unos meses me dijeron que tenía que cambiar de ciudad y domicilio no imaginé lo que sería (otra vez) mover mi casa. Cuando lo he ido haciendo he descubierto el sentido de la palabra volumen. Los libros, cds, discos,dvds, revistas y cosas, aparentemente planas, se han hecho gordas, pesadas, anchas, gigantes antes mis ojos y todo ha sido un infierno.
Miles de datos acumulados me han hecho saber que era un friki coleccionista. Por ello he empezado a dispersarlo todo entre mis amigos y lo que antes era una pieza de alto valor, ahora es un trozo de plastico con letras. Me he quedado con lo justo y he abrazado el minimalismo. Me he ido al río y me he bautizado como minimalista. Nada de posesiones.Un palillo de dientes, comer tomate con sal y dormitar bajo un chaparro. La cultura me estaba devorando y ahora aspiro a ser una entidad simple, monosilábica, que coma salmorejo y espíe a las ranas. Asi, quizás, entienda por qué, una vez, acumulé miles y miles de libros, discos y duvedés con intenciones perversas. Aún tengo el mono y leo el periódico pero lo superaré.
Volveré en otra IP, en otra ciudad, en Septiembre. Mientras tanto sed felices. Tanto como el perro que da vueltas sobre si mismo compulsivamente mordiéndose el rabo.Bye.
1 comentario:
no veas lo identificada que me siento con todo esto, hace unos días estaba empaquetando cosas y ya pienso que en un par de días toca desempaquetar otra vez... y luego dicen por ahí que qué bien viven los fucionarios, un beso
one of your students
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